(3º Ejercicio Imagen-Texto).

Ejercicio Texto-Imagen 3


LA IMAGEN ESTA ACÁ

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Principio

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Principio

Nunca he tenido mucho contacto con mis pares. Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que nos hablamos. Ni siquiera recuerdo si alguna vez lo hicimos en realidad o solo fue una forma de apaciguar esta soledad silenciosa. Por mi parte, siempre me sentí un poco fuera de lugar, mi aspecto demacrado siempre contrastó con las formas de mis otros hermanos. Mis largas y delgadas extremidades no se podían comparar con sus robustos cuerpos. Y ellos, silenciosos, observaban altaneramente desde sus alejadas posiciones. No pronunciaban ningún sonido, solo miraban mis infructuosos intentos de parecerme a ellos, mientras el viento jugueteaba con sus frondosas cabelleras.
El hecho de no tener un sentido de pertenencia y de sentirme aislado, tanto de forma como de fondo, habían sido mis únicas dos certezas en la vida, o lo eran, hasta el día en que apareció ella.
Es difícil querer explicar lo que su llegada hizo nacer en mí. Nunca destaqué en externalizar lo que pienso y lo que siento. La verdad, nunca antes me vi en la necesidad de hacerlo.
Yo la veía desde lejos, pero poco me importaba mirarla a la distancia. No me importaba que sus visitas y paseos no me incluyeran. El solo hecho de sentirla viva, ahora, me bastaba para que mis días fueran más cortos y mis silencios más soportables. Algo nuevo y extraño se estaba germinando dentro de mí y me estaba transformando sin que me hubiese percatado.
El cambio fue de a poco. Fue un cambio constante que avanzaba sin poder detenerlo, sin que quisiera detenerlo.
Partí, primero, pintándome. Poco a poco. Verde. Los dedos, trémulos, vergonzosos. Una vez que empecé, todo se desarrolló de una manera vertiginosa e intensa. Al verde lo maticé con rojo, un rojo intenso, sexual. Lo imaginé jugoso y deseable. Que se pudiera tomar, tocar, que se pudiera jugar con él. Masticarlo, morderlo, que fuera uno con todos esos sentimientos que existían ahí solo por ella.
No sé muy bien cuando todo sucedió y la acción paso a trasformarse en historia. No tengo el recuerdo de cuando ella por fin dejó los límites del bosque y se acerco a mí y me vio. Con mis brazos verdes intentaba tocarla, que pudiera sentirme. Quería que me viera abrirme rojo al mundo por ella, cálido. Que sintiera en parte el fuego que me abrasaba al verla.
No recuerdo tampoco como pude armarme del valor. Solo sé que con un supremo esfuerzo rompí las llagas que me dejaron tantos años de silencios. Dentro de mí algo irrumpió, y una forma nueva de amarla nació, bella, audible.


¡EVA!- le dije.

Y Eva respondió.




enredado - enredadera


Trózame. (1º Ejercicio Imagen-Texto), Primer Texto.

enredado - enredadera

Trózame, córtame en pedazos pequeños de carne
vamos, ya lo has hecho antes,
(des)trózame por dentro penetrándome.
Con tus uñas descascárame, violenta y suave,
hazme sentir de nuevo el dolor que me es amarte.

Viola con tus hachas la salvia de mi base,
engulle sin miramientos mis ramas y follaje.
Vamos, sé que lo has hecho antes,
que no te tape el sol mis costillas terrenales

Prende fuego a mis porciones
que te ardan bien los anillos de mi aire,
es que estuve tanto tiempo esperándote
a que vinieras a arrancarme con tu amor
que no te detenga mi corteza sangrante.

Trózame, córtame en pedazos pequeños de carne,
engulle sin miramientos mis ramas y follaje.
es que estuve tanto tiempo esperándote.
No te arrepientas ahora de tus actos,
mátame a mi y mata también a mis brazos enredantes.

La imagen está ACA.

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Des-Trozar.



Callo, siento, exploto, me sangran los dedos,
el café de Mayo no me trae el vuelto
y en tus ojos tristes, triste mi reflejo.
Como en una banca olvido los cuentos
y la noche fría me acompaña entero.

Una mariposa no levanta el vuelo,
en las estaciones no despega el suelo.
El soñar dormido no sueña los sueños,
el estar conmigo no asegura el sueño
no asegura nada, no amarra lo quieto.

Nada es lo que amarra, se sueltan los perros,
en la medianoche me llama un abuelo,
le regalo ropa y un cigarro viejo.
Como mil pedazos, me siento en un cuesco,
me giran las flores, con tu mano muerdo,
me llegan las copas y en los noticieros.

Me planchan la ropa con los pensamientos
y en lugar de aire me lleno de miedo,
como una hojarasca que le asusta Enero.
Siendo tú caballo me monto en tus dedos,
y en los unicornios me creo el arriero
de los elefantes de Dalí y del tiempo.

Con caleidoscopio de país sin reino.
como en una nube que ha perdido al cielo,
me voy alejando y no sé que siento,
y me voy matando y me muero entero,
y me voy marchando y no sé si quiero.

Me lleva el destino por los ventisqueros,
me deja desnudo y me dibuja encierro.
No dibuja nada, nada es lo que quiero,
no sienta más pena, solo sienta el sexo,
te sienta a ti misma, por mis derroteros.

Escapas.

Te me escapas de los ojos y del tiempo,
en los cables te descuelgas, como viento.
Te me escapas de los labios y del beso,
por los postes te me ocultas como vaca a matadero
y me tomas por la espalda, como si fuera ciego

Te me vas y lo adivino, se me escapa el vuelo,
como un sueño evaporado, yo me me voy...

...y ya no vuelvo.

Ejercicio de escribir.

Si yo fuera ambidiestro te escribiría con la zurda
de abajo hacia arriba y de derecha a izquierda.

Así como los chinos

En sánscrito te escribiría.

Te haría unos mándalas con la nalga diestra
te pintaría un Monet con mi nariz nadando en acuarela,
haría una escultura de rodillas solo con los dedos anular y medio.
El meñique supervisaría todo,
no por ser el más chico no puede ser el más poderoso.

Correría las persianas de pestañas
solo para ver si el sol tiene algo nuevo que ofrecerme.
Me crucificaría el pene en un arrebato artístico-visual
sería una especie de instalación bizarra

10
9
8
7
6
5
4
3
2
1
0
Números reales
Si incorporo además el conjunto Z me queda la Zorra

Mazinger Z

Dragon Ball Z

Plan Z

El Punto Z

La Zona de Contacto

La Z del Zorro

(ahí me queda la cagá, perdón, la Zorra)

Me chuparía los dos codos al mismo tiempo
si pudiera
puedo hacerlo alternando de uno a la vez
pero así no vale.

Lanzaría una moneda al cara y zeta
con mi cara buscando las respuestas
y con la zeta que vendría a ser el sello, lo que sella el alfabeto.
Con la derecha no haría nada productivo
a lo mejor una paja de vez en cuando
pero exceptuando los placeres onanistas,
la dejaría ahí quietecita no más.
Los resortes de mi cama me impulsan el espacio
Pero no me dejan dormir
Se salen inquietos de tantas cachas que se le han pegado encima.

Reclama haciéndome mierda la espalda.

Me dice:
¡Mira gueón!, me hiciste cagar culiando, así que yo de puro culiao no te dejaré dormir bien.

Y ahí quedé, no tengo ni uno para colchón nuevo
y ya lo di vuelta por todos los lados posibles
solo me queda dormirme por el canto
y si pudiera, chucha si que lo haría.
¡Hasta un coito me pegaría así de ladito!

¡Que venga a reclamarme de nuevo el colchón conchesumadre…!
Lo voy a regalar y que le duerma encima un aguelo del hogar de cristo
pasao a pichí y cagado hasta el ombligo.

¡A ver si se queja tanto el gueón entonces!
Te me sales rojiza de pensamiento
como parto avanzado, así pariéndote.
Con unas uñas unidas a uñetas hechas de uñas de gato
que lastiman mi corteza cerebral mientras sales roja
por mi sangre brotando a borbotones de los rasgados de guitarra

Así como poeta escribiría que me sales verde
Como brisa fresca de mañana, fresca de tanto verde.
Pero no, roja saliste de mi mente,
manchada en coágulos de mi despedazado cerebro
sin tanta palabra rebuscada, solo te abriste paso de manera real
dañándome por cierto, pero real.

Entremezclada en dibujos fornicando
y siluetas de piel te fuiste formando.
Clásicamente orgulloso nunca dije nada
me las banqué solito, me las comí calladito
hasta que la guata cerebral no pudo más y estallaste naciendo

Ahora deberé dejarte sola
arranca de mis cadenas de ADN que intentan atraparte
los glóbulos blancos con los que te limpiabas los dientes
de esos también arranca, el rojo te delata
pero déjame solo un par de neuronas sin hacerlas cagar cuando salgas
las necesitaré por si vuelves, para reconocerte.
Guerreo con tu lengua con mi lengua traposa
y me tiro en el resbalín de tus paletas disparejas
con tus molares-bongós me da por tocar unos bosanovas

Pero todo es ilusorio, nada es lo que parece

Me subo por tus tetas como pared de escalada
y me caigo de golpe al abismo de tus piernas
hago descenso en bicicleta por los cerros de tus muslos y de tus nalgas.

Pero todo es pasajero, nada es como pensamos.

Me descuelgo por detrás hasta llegar profundo
sintonizo emisoras con tus pezones-perillas
me peino con los espejismos de tus ojos
y troto en el valle estomacal entrando al bosque de tu sexo

Pero todo se complica, nada es lo que debiese.

Ingreso a tus neuronas electrizantes
en rojo las matizo con un pincel de labios
y estando allí, flexionándome en tu mente
no quiero salir ya de nuevo al vil espacio.

Todo es como parece, nada es como pensamos
Aquí nada es transitorio, todo es como soñamos.
El le teme a la noche fría,

a los orgasmos ovulados,

a los besos que le saben a ausencia.



Le teme ante todo a su característico problema de querer enfocarse y pensar en todas las aristas de un problema y de sus posibles consecuencias y posteriores soluciones.



Teme el pensar los orgasmos, los besos y los problemas anteriormente mencionados.



Le teme amar.



Se despacha unas frases para el bronce en una habitación terriblemente sola, donde aún estando en compañía no puede evitar sentirse así, solo.



El le teme a las cosas cotidianas,
y disfraza su temor con cotidianidad.

Se para en la punta de los pies cuando pasa por el metro
Y se sienta en los bancos de alguna plaza con juegos infantiles.



Obviamente no se sienta en los planetas ni se para en punta de pies en trasbordadores espaciales, es que disfraza su miedo con cotidianidad, fumando mientras camina acompañando a sus temores en el camino.



Le teme también a ser feliz.



Avanza volteando por la vida, como una camisa dentro de una máquina lavadora de carga frontal, como un caleidoscopio que de cagado solo tiene piezas de un solo color.



Que se arriman, se ajustan, se dispersan.



El le teme a no ser suficiente

a pensar que nunca servirá para merecer análisis profundos.



Que su paso por la vida no será más merecedor de atención que un poco de cereal con leche que cayó sobre un piso de flexit. Eso quiere decir casi nada de atención, ya que el flexit se limpia rápidamente, con un paño o con una estopa, en cambio si hubiese sido sobre alfombra o sobre otro tipo de pavimento, esta analogía no podría haber sido llevada a cabo y la atención hubiese sido mayor de la que se desea expresar.



A eso también le teme.



Le teme al temer y al saberse temido,
porque sabe que yo le temo profundamente a él
a que de una vez por todas destruya lo que se ha intentado edificar
a que las palabras no sean más que medusas en aguas turbias
o mantarrayas matando a conductores de programas sobre la naturaleza
que de una vez por todas sea el quien tema su propia temor
lo viva, lo disuelva
y no termine siempre disolviéndome a mí.

Mi tiempo contigo.

Como sigo el sol alto de septiembre
y me escapo de las lluvias invernales
y tiemblo el frío mayo en tu abrazo lleno
y me hundo en ti primaverales tardes.


Así paso mi vida, mi amor,
mi vida contigo.


Y despierto, me levanto agradecido
y la mitad del día ya te llevo mediodía imaginado
y cuando se oculta el rojizo astro del ocaso
yo solo espero a la noche para poder verte


Así paso mis días, mi vida
mis días contigo


Y temblando en tus brazos aquellos fríos
y pasando todo un día imaginándote
y esperando la noche que termina con tu ausencia
y hundiéndome en ti, hundiendo cada instante

Así paso mi amor,
mi vida,
mis días,
mi amor contigo.
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