No.

No te vayas de mi lado
Princesa de harina y levadura,
no te escapes de mi vista y de mis brazos…

No te vayas nunca.

Que seas siempre mía, pequeña hada de mi alma,
como ya eres parte de mis ojos y de mi habla.
Llena mi vacío con el verde de tus alas,
el violeta de tu cuerpo, el tornasol de tu mirada.

Nunca dejes que no sienta
Tu olor a pan fresco de mañana.

La Cuarta, pasa la Cuarta.

.
.
A ver niña, dígame
¿Qué cosa espera de mí?
Ya me dijo, no soy empático, o sea,
soy mucho menos de lo que pienso.
Entonces ¿Qué quiere?
Yo ya le dije lo que pensaba,
como pensaba plantearme la relación
de sociedad no tan anónima.
Pero no encuentro como complacerla.
Tomé en cuenta que nunca me he tirado un pedo frente suyo,
y nunca se me ha escapado un eructo ni me he rascado las pelotas.
Me he preocupado de andar con calzoncillos limpios,
y de no andar con olor a sobacos.
Siempre olorosito me ha pillado.
Le cocino cositas ricas,
y cuando lo hacemos me preocupo por usted,
si le duele lo saco, si le gusta me aguanto el dolor.
No seré empático, pero pucha que me esfuerzo.
A ver si con el tiempo me enseña a ser eso que usted quiere,
me haré un poeta maldito para que no extrañe tanto el olor a copete.
.
.

Mientras te volteabas en mi cama
Me pregunto si fue un buen sexo el que tuvimos
si no te incomodó el sobrepeso, el pene pequeño.
Porque de verdad yo me esforcé.
Quede con dolor de brazos de tanto darnos.
Te entregue lo mejor que pude.
Ya sé, no es mucho, pero creo con práctica mejoraré,
pero eso me hace falta, práctica.

Mirando tu cuerpo pálido dándome la espalda,
no puedo dejar de pensar que es como una abstracción.
A lo que yo represento, en tu vida, en la vida misma:
El Chacal de los Telepizza y de las papas fritas con huevo.
La botella de Absolut también me ayudo,
no solo fue el don de la palabra
o la pinta de gurú friki.
Pero ahí estás, mostrándome las nalgas,
borracha y jodida por todos lados.
Tú no te acordaras pero te lamí hasta la molestia
Un poema corto me pediste.
Uno duro, extremo, que no llenase de cursilerías,
donde pudiera escribir “pico”, “zorra”, “sexo”
y no sonara fuera de lugar.
Aquí está tu poema corto,
sobre una pareja que fornica
sin mediar amor, sin mediar cariño,
solo se entregan al frenesí del coito
fuerte, sucio, así, rico.
Diciéndose guarradas al oído.
El le dice “Te meteré el pico hasta el fondo”.
Ella responde “Si papi, lléname la zorra con tu miembro”.
La palabra sexo no la pongo escrita porque todavía la están haciendo.
Me parece que debo escribir de otra manera
Utilizar alguna metáfora acordándome del sexo distraído en la mañana
(Que no fue tan distraído)
Recordar los oblicuos intentos de querer ser más que la nada misma
(Que de nada tiene todo)
Abofetear con la mirada aquello que por un instante creí que podría hacerme feliz.
(Felizmente abofeteado)
Ocultarme del negro cuervo que sobrevuela con alas también negras
(No podían ser de otra manera).

Entonces todo está bien,
Escribiré
Recordaré
Abofetearé
Y me ocultaré después.
Pensando en cada una de las ventanas que cerré
para que no entrara el frío y ese cuervo.
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