Jorge Tellier camino a buscar a mi hija por el fin de semana

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Hoy leí un poema de Tellier e intenté comparar la felicidad
con un leve deslizar de remos en el agua.

Para mí 
fue la visita de mi hija este fin de semana, 
adornar un árbol navideño en su pieza,
leer otros libros de Oscar Wilde,
jugar el día antes en el parque, cambiar la arena por agua,
aguantar la respiración para cruzar y besar.

Quise atrapar la plumilla de cardo 
para detener la huida de toda la estación,
pero quería detener el tiempo.

Eso fue para mi la felicidad.

Lo que queda después es más bien triste:
Apagar las luces de su dormitorio
y cerrar la puerta, hasta su próxima visita.
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